El aprendizaje basado en cohortes irrumpió como una de las principales tendencias de formación digital en 2024. Al contrario de lo que ocurre con los MOOC tradicionales, en los que cada uno progresa a su ritmo, este modelo consiste en agrupar a los alumnos, que avanzan al mismo tiempo según una planificación determinada. Con un índice de finalización que roza el 90 % (frente al 3-15 % en el caso de los típicos MOOC), este formato triunfa tanto entre organismos de formación como entre empresas.
En este artículo nos adentramos en una revolución pedagógica que aúna tecnología e interacción humana para una mayor participación.
Una respuesta ante el fracaso de los modelos 100 % autónomos
Si bien los contenidos formativos en línea abundan y son muy accesibles, conseguir que los alumnos participen sigue siendo el talón de Aquiles del aprendizaje virtual, y es que los MOOC y cursos de aprendizaje autónomo se enfrentan a importantes índices de abandono pese a su flexibilidad.
«En el sector digital, lo que más se valora por escaso ya no son los contenidos, sino la interactividad y contar con una comunidad», explica Wes Kao, cofundadora de la plataforma Maven de formación en cohortes. Las palabras de Kao nos dan una pista de por qué el aprendizaje basado en cohortes está ganando terreno.
Hablamos de un modelo que emula la experiencia de una clase virtual con ciertos elementos característicos:
- Clases interactivas en directo.
- Reuniones y trabajos en grupo.
- Proyectos colaborativos.
- Acompañamiento de un formador.
- Un calendario común con plazos o fechas de entrega.
Los resultados hablan por sí solos: el índice de finalización del programa altMBA fue del 96 %, mientras que los datos relativos a Section4 muestran que un 88 % de los alumnos aplican lo aprendido en los tres meses siguientes a terminar la formación.
Innovación pedagógica y tecnológica
El aprendizaje basado en cohortes parte de una formación activa que considera al alumno agente de su propio aprendizaje y no un simple consumidor de contenidos.
Se trata de un modelo caracterizado por su elevado nivel de innovación.
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Aprendizaje práctico
La formación basada en cohortes se articula en torno a los proyectos y las reuniones semanales de equipo, y concede especial importancia a la aplicación inmediata del conocimiento.
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Tecnología colaborativa especializada
Las plataformas especializadas como Disco, Teachfloor o Circle ofrecen entornos con foros, videoconferencias, sistemas de mensajería en grupo y herramientas de seguimiento del progreso.
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Inteligencia artificial al servicio de la participación
Disco ha lanzado su herramienta AI Co-Pilot de asistencia a las comunidades de formación; Complement Éducation, por su parte, pone a disposición de los alumnos un coach virtual que funciona con IA.
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Peer-learning estructurado
El peer-learning o aprendizaje entre iguales, consistente en actividades en las que los alumnos se ayudan o evalúan entre sí o trabajan en equipo, se consolida como fundamental.
Un mercado que no para de crecer
El modelo económico del aprendizaje basado en cohortes se distingue por un posicionamiento prémium. Mientras que un MOOC tradicional cuesta entre 0 y 50 $, un curso por cohortes puede cobrarse a 750-5000 $, diferencia de precio que se explica porque la segunda opción es, en principio, más eficaz e incluye un acompañamiento personalizado.
El modelo inspira confianza, y buena prueba de ello es que está atrayendo importantes inversiones:
- Reforge recaudó 60 millones de dólares en financiación de serie B en marzo de 2025.
- Section4, creada por el profesor Scott Galloway de la Universidad de Nueva York, recaudó 30 millones de dólares en 2021.
- Desde su creación, Maven ha recaudado 4,3 millones de dólares.
« Ofrecemos entre el 50 y el 70 % del valor de un MBA, solo que al 10 % de su coste y con un 1 % de sus limitaciones, » afirma Scott Galloway de Section4, que ya cuenta con 20 000 alumnos y trabaja con la mitad de las empresas de la lista Fortune 100.
Comparación con el resto de modelos de formación en línea
Para entender mejor el impacto del modelo de aprendizaje basado en cohortes, nada como compararlo con el resto de formatos comunes.
Criterio | MOOC tradicionales | Autoformación | Aprendizaje basado en cohortes |
---|---|---|---|
Taux de complétion | 3-15 % en moyenne | Variable, souvent faible | 85-95 % |
Flexibilidad | Elevada | Muy elevada | Media (calendario fijo) |
Escalabilidad | Muy elevada (miles de usuarios) | Ilimitada | Limitada (decenas/centenas de usuarios) |
Interacción | Escasa-inexistente | Inexistente | Elevada |
Precio | Bajo (0-50 $) | Variable | Elevado (750-5000 $) |
Desarrollo de competencias prácticas | Limitado | Limitado | Elevado |
Acompañamiento | Mínimo | Inexistente | Personalizado |
Esta comparación pone sobre la mesa que con el aprendizaje basado en cohortes se sacrifica en parte la flexibilidad y la escalabilidad en beneficio de unos niveles de participación y de eficacia pedagógica claramente superiores.
El futuro de la formación digital
Parece evidente que los modelos del futuro son los híbridos, es decir, aquellos que intentan combinar lo mejor de ambos mundos. Según un estudio realizado en 2024, el 58 % de la población activa de Francia elegiría un modelo de formación híbrido o a distancia, lo que refleja el creciente atractivo de dichas modalidades.
Hoy por hoy afloran las «cohortes híbridas» con el objetivo de recuperar la escalabilidad de los MOOC sin perder el carácter transformador del aprendizaje basado en cohortes.
Estos innovadores formatos combinan:
- grupos más grandes, pero divididos en pequeños subgrupos de trabajo;
- plataformas que incluyen tanto módulos autogestionados como sesiones en tiempo real;
- el uso de herramientas automatizadas para aligerar la carga de trabajo de los formadores.
Los organismos formativos y los departamentos de formación de las empresas se encuentran actualmente ante el desafío de integrar los principios del aprendizaje basado en cohortes en su oferta, diseñando itinerarios que favorezcan la participación y la colaboración sin sacrificar del todo la flexibilidad.
El contenido formativo es hoy un producto básico
cuyo auténtico valor reside en la comunidad, el acompañamiento y la aplicación práctica.
Sería bueno que, en 2025, las partes involucradas en el sector de la formación lo tuviesen en cuenta.