¿Se ha percatado de que su presentación de PowerPoint no logra captar tan bien la atención en el aprendizaje virtual como cuando la emplea en las formaciones presenciales? ¿Le apetece cambiar de recursos? ¿Le gustaría ofrecer contenido que los alumnos puedan consultar en cualquier momento? Estas razones son una muy buena excusa para transformar una presentación en vídeo. Analicemos las ventajas de un enfoque de este tipo, los cambios necesarios y algunos trucos para ofrecer un vídeo con tanta riqueza como su discurso.
¿Por qué crear un vídeo didáctico?
El vídeo didáctico satisface tres requisitos del aprendizaje virtual: legibilidad, interacción y variedad de contenidos.
Legibilidad: gracias a la combinación de plataformas de alojamiento de vídeos como YouTube y formatos universales como .mp4, su vídeo resultará accesible desde cualquier dispositivo. Un vídeo le permitirá evitar problemas de compatibilidad de programas como PowerPoint o Adobe Acrobat Reader con los dispositivos móviles. Al no existir límites tecnológicos, el módulo resultará accesible desde cualquier lugar.
Interacción: gracias a la posibilidad de adoptar distintas formas y personificar la formación, el vídeo tiene una naturaleza más interactiva que el PowerPoint. Además, permite diversificar los temas, los recursos, los contextos o las herramientas de presentación (maqueta, bolígrafo, hoja de cálculo, etc.) para dar vida a un concepto, una definición o un principio. También favorece en mayor medida los comentarios y la interacción entre formadores y alumnos.
Variedad: el vídeo también ofrece la ventaja de diversificar las herramientas empleadas. A diferencia de una presentación en la que usaría capturas de pantalla de cada software del que se habla, en un vídeo podrá navegar por dicho software. Puede realizar un tutorial en directo, indicar el recorrido del usuario o mostrar las funcionalidades disponibles. Su formación será específica, se desarrollará en tiempo real y podrá seguirse paso a paso. No existe una metodología mejor para el aprendizaje de una herramienta informática.
¿Cómo se crea un vídeo?
En primer lugar, deje las preocupaciones de lado porque no necesita ser director/a ni editor/a audiovisual para obtener un buen resultado. Lo más importante de este enfoque es conocer las herramientas más adecuadas. Antes de nada, formúlese esta pregunta: ¿le gustaría que en el vídeo aparezca su pantalla, usted en primera persona o ambas alternativas?
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Grabación de la pantalla
Si desea exportar su PowerPoint a vídeo añadiendo comentarios de audio, puede hacerlo directamente desde el software PowerPoint. Añada notas de voz al pasar las diapositivas y guarde su PowerPoint en formato vídeo.
Si desea incluir otros elementos aparte de la presentación, instale extensiones como Loom para grabar su pantalla. Navegue con su ordenador mientras la extensión capta el monitor y los movimientos del ratón. También puede activar el micrófono y comentar sus acciones en directo.
Grabación en primera persona
El vídeo se ha convertido en un recurso accesible, rápido y abierto a todo el mundo. Ya no existen barreras derivadas de los equipos o las destrezas técnicas para mostrar, sin sonrojarse, un vídeo en público.
Por lo tanto, para empezar, no es necesario invertir en una cámara. Su teléfono inteligente será más que suficiente, sobre todo si realiza planos fijos. Si quiere probar a usar un palo selfi o un mando a distancia, adelante, pero asegúrese de que esto no afecte negativamente a la calidad de las imágenes del vídeo. Concéntrese, principalmente, en su discurso, ya que esto es mucho más importante.
Grabación de ambas alternativas
Para grabarse en primera persona al mismo tiempo que su pantalla, puede emplear el software Loom, que usará su cámara web y su micrófono para captar los dos elementos de manera simultánea. De este modo, podrá comentar sus acciones frente a la cámara o comparar su pantalla con un objeto físico, por ejemplo.
¿Le gustaría crear vídeos con contenidos muy variados? Pruebe Explain Everything, una herramienta en línea que incluye multitud de extensiones para enriquecer la pantalla de su vídeo didáctico.
Si desea intercalar el vídeo de su pantalla con imágenes suyas (o de su entorno), use su teléfono inteligente y dedique un poco de tiempo a la edición del vídeo.
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¿Con qué enriquecer el vídeo?
Hace falta muy poco para pasar de un buen vídeo a uno excelente. ¿Cómo lograrlo? Integrando estos tres elementos clave:
- Diversidad de protagonistas
- Discurso fluido
- Duración adecuada
Del mismo modo que una cita sirve para dar vida a un texto, un testimonio en vídeo aporta mucho valor. ¿Conoce a compañeros, alumnos o expertos que puedan compartir su experiencia o su punto de vista? Aprovéchelo y propóngales expresarlo en vídeo. Esto mejorará el resultado final, ofrecerá otro punto de vista a los alumnos y respaldará su objetivo. Y, si bien esta técnica exige cierta preparación, sus efectos en términos de motivación de los alumnos y valor interactivo del vídeo son muy beneficiosos.
Volvamos a centrarnos en usted. Tanto si va a grabarse en primera persona como si va a grabar la pantalla, debe prepararse de antemano. Redacte un guion, lea el texto en voz alta y aprenda a proyectar la voz. Atascarse en alguna palabra o enfrentarse a algún problema técnico entra dentro de lo previsible, pero escuchar un discurso que se alarga en el tiempo y carece de sentido puede resultar molesto. Como sucedería en cualquier módulo, necesita trabajar el texto y el lenguaje de antemano. De este modo, incorporará palabras clave o nociones importantes cuando mejor convenga.
La duración recomendada de un vídeo de formación es de unos cinco minutos aproximadamente. Cinco minutos para captar la atención, mantener el ritmo y comunicar elementos importantes. Cinco minutos también para evitar crear un archivo demasiado pesado que tardaría mucho tiempo en cargarse y eliminaría todas las ventajas de un vídeo en línea.
Y puesto que se ha abierto a nuevos recursos multimedia, ¿por qué no probar otros formatos diferentes? Puede diseñar micromódulos en vídeo, grabar solo un resumen, crear un vídeo interactivo o registrar una sesión entre varias personas. ¡Ah! ¡Y diviértase! Esto también se reflejará en su aprendizaje virtual.
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