Los formadores independientes tienen una gran ventaja: ¡pueden organizar su jornada como deseen!
A pesar de que el trabajo autónomo representa para muchos un ideal de libertad y flexibilidad, no siempre permite encontrar tiempo para uno/a mismo/a. Así las cosas, ¿cómo hacer para lograr un buen equilibrio entre vida laboral y privada?
Consejo n.º 1: no trabajar desde casa
Cuando un/a formador/a independiente inicia su actividad, trabajar desde el hogar resulta muy tentador, tanto en términos de costes como por razones prácticas (cuidado de menores, labores domésticas, etc.).
La buena noticia es que hay una gran variedad de opciones para decidirse a salir de casa:
- Los espacios de cotrabajo o coworking proliferan por todas partes y, en función del tipo de instalación, permiten alquilar despachos con carácter anual o por horas, según la agenda de cada profesional. Suelen ser la opción más económica y flexible, principalmente, cuando no se necesita un despacho a tiempo completo.
- ● En caso de que realice muchos desplazamientos para impartir formaciones, debe saber que existen espacios para alquilar por días en casi todos los centros de negocios próximos a las estaciones de transporte público.
- ● Alquilar un despacho entre varias personas: puede proponer a otros colegas o profesionales independientes el alquiler conjunto de un despacho grande para compartir los recursos.
- ● Trabajar desde una cafetería: otra alternativa más para disfrutar de un entorno laboral estimulante al menor coste posible.
Además, el tiempo de desplazamiento entre casa y el trabajo es una buena excusa para poder desconectar.
Consejo n.° 2: saber decir que no
Establezca un horario de oficina: como todo el mundo sabe, una de las principales ventajas de cualquier freelance es poder decidir su horario laboral. Tanto si opta por trabajar en el horario habitual de 9:00 a 17:00 h como durante el fin de semana, lo importante es avisar a clientes y alumnos de que no estará disponible fuera de su jornada (recuerde indicar el horario en la firma de su correo electrónico o su sitio web, por ejemplo).
Utilice un segundo teléfono para su actividad profesional y, sobre todo, apáguelo fuera del horario de oficina. Así no sucumbirá a la tentación de responder a correos electrónicos por la noche o durante el fin de semana.
Asígnese días de vacaciones: los empleados por cuenta ajena tienen derecho a vacaciones, ¿acaso usted no se las merece? A principios de año, asígnese un número de días de vacaciones para disfrutar durante el ejercicio. Analice la situación varias veces a lo largo del año. Si no ha consumido los días asignados, planifique días libres o, en caso de que los haya excedido, realice un esfuerzo extra y trabaje unos cuantos fines de semana.
Consejo n.° 3: organizarse bien
Los consejos anteriores son difíciles de cumplir sin una buena organización.
Entre los numerosos sistemas de organización que existen, hay uno que funciona especialmente bien: dividir la jornada en franjas temáticas. Este método se adapta perfectamente a la profesión de formador/a, en que cada semana suele ser distinta de la anterior y las tareas administrativas, las reuniones con clientes, los preparativos de las formaciones y las actividades personales se articulan en torno a las propias sesiones de formación.
¿Cómo funciona en la práctica?
- Abra su agenda (en papel o en línea) y añada todas las formaciones programadas si todavía no lo ha hecho.
- Antes y después de cada sesión de formación, añada las franjas correspondientes al tiempo de desplazamiento (use otro color).
- Incorpore las actividades personales que más le gustan (deportes, ocio, tiempo en familia). Si participa en alguna actividad deportiva o cultural semanal, reserve la franja correspondiente cada semana.
- ● No olvide sombrear fines de semana o jornadas de descanso. ¡Esos días son sagrados!
- ● Ahora que ha planificado sus formaciones y sus actividades personales, puede organizar bloques de trabajo en las franjas libres restantes.
Siguiendo este método, podrá organizar fácilmente las semanas siguientes en función de las formaciones programadas para centrarse en las prioridades adecuadas.
Con el paso del tiempo, es probable que pruebe distintos métodos para organizarse y encontrar un equilibrio. ¿Lo esencial? Definir correctamente las prioridades en términos de actividades profesionales y vida personal, además de llegar a acuerdos consigo mismo/a. Si trabajase en una empresa, seguro que respetaría siempre sus compromisos. En este caso, tiene la suerte de haber elegido ser su propio/a jefe/a, así que aprovéchelo para cuidarse.