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Guía de la transformación digital de las organizaciones de formación: cómo lograr la implicación de los empleados

Resumen

 

Después de evaluar los desafíos que plantea una estrategia de transformación digital y las primeras acciones necesarias para ponerla en práctica, la tercera tarea que se aborda en el libro Le guide de la transformation digitale (Guía de la transformación digital) es la comunicación interna. Porque ¡digitalizar una empresa es un trabajo en equipo! No basta con imponer el uso de un software o nuevos protocolos a los empleados, sino que es necesario lograr su participación en la nueva dinámica de la empresa. Como se ha visto, el enfoque digital no solo abarca nuevas herramientas, sino también nuevas formas de trabajar, de modo que conseguir integrar a más empleados en el día a día también forma parte de la transformación digital.

Los desafíos de una buena comunicación

La gestión del cambio plantea un auténtico problema gerencial del que no se libran ni quienes tienen a su cargo equipos pequeños, ¡más bien al contrario! Es necesario saber neutralizar lo antes posible cualquier resistencia porque la negativa de una persona a comprometerse es suficiente para que toda la dinámica de grupo se vea afectada. En muchos aspectos, es importante comunicar correctamente los desafíos a los que se enfrenta la organización de formación y los próximos cambios que se producirán. En primer lugar, como ya se ha indicado, esto permitirá vencer la resistencia al cambio. Muy a menudo, el cambio genera miedo porque no se percibe su utilidad o por el temor a sentirse sobrepasado/a por la falta de competencias. En su mano está anticiparse a las reticencias de sus empleados y sus formadores, por un lado, presentándoles las ventajas y los desafíos que se derivan de la transformación digital y, por el otro, ofreciéndoles la oportunidad de formarse.

Aparte de gestionar la resistencia al cambio, comunicar correctamente las distintas transformaciones que se producirán permitirá a los empleados adquirir rápidamente autonomía. En el caso de una organización de formación, esto se traduce en una reducción de los protocolos y una toma de decisiones más rápida y eficaz.

Por último, una buena comunicación incentiva la implicación de todos los empleados en el proceso. De hecho, la implantación de una lógica de colaboración es un medio para integrar mejor las nuevas herramientas digitales y favorecer la adopción de iniciativas.

Instaurar una cultura colaborativa

Además de una buena comunicación, Le guide de la transformation digitale propone varias líneas de trabajo para instaurar una cultura colaborativa dentro de la empresa. Aquí se identifican tres propuestas que pueden aplicarse fácilmente a las organizaciones de formación.

En primer lugar, se trata de integrar a los empleados en el plano estratégico, lo que significa lograr que entiendan los desafíos de la transformación digital, pero también que participen en esta famosa transformación. Para eso, no solo es posible proponerles formaciones e involucrarlos en el trabajo de vigilancia, sino también escuchar en todo momento sus necesidades y su visión del sector. Un/a formador/a en contacto con los alumnos tendrá una percepción más precisa de las necesidades de estos últimos, mientras que un/a asistente de formación sabrá qué debe mejorarse desde una perspectiva administrativa.

En una segunda etapa, esta implicación debe traducirse en el plano operativo: en lugar de determinar de manera aislada los nuevos protocolos, haga partícipes a los empleados de esta decisión. Por ejemplo, pueden crear conjuntamente una lista de criterios de selección de un software, probar varias soluciones o varios protocolos diferentes, o incluso dedicar tiempo a escuchar la opinión de los empleados al término de cada prueba. Iniciar la transformación digital exige mucho más que equiparse con software e implica brindar a los empleados la oportunidad de probar cosas nuevas para que, de este modo, puedan descubrir otros modos de formar, gestionar la relación con los clientes o ampliar el mercado.

Por último, para que esta implicación se mantenga en el tiempo, es muy importante reconocer el trabajo de cada empleado/a y asegurarse de que todo el mundo se involucre en la misma medida, incluida la dirección general. Predicar con el ejemplo sigue siendo la mejor forma de convencer a todos los que nos rodean.

Inspirarse en las empresas emergentes para cambiar nuestro modo de trabajar: el código de trabajo

Las empresas emergentes se caracterizan por una rapidísima transformación que les permite adaptarse continuamente a sectores muy competitivos, para lo que confían en la participación de sus empleados a través de la creación de un código de trabajo al que todos se adhieren. Estos códigos de trabajo pueden servir para dar forma a la cultura de una empresa en situación de hipercrecimiento. En el caso de las organizaciones de formación, se trata de favorecer la implicación de todos e implantar nuevos hábitos de trabajo deseables.

Por tanto, desde aquí se recomienda a las organizaciones de formación que apliquen los consejos incluidos en Le guide de la transformation digitale en materia de trabajo y colaboración para las empresas emergentes.

Los formadores formados

Tanto para los formadores como para los miembros del equipo administrativo, la transición digital implica formarse en nuevos protocolos de la organización, nuevos programas informáticos corporativos e, incluso, nuevas maneras de formar y acompañar a los alumnos. ¿Cree que necesita mejorar en algún campo? Fórmese y comparta los resultados de este aprendizaje con sus empleados.

El cliente es el rey

Las empresas emergentes sitúan al cliente en el centro de su estrategia porque es quien determinará el éxito o el fracaso de su producto o servicio. En el caso específico de las organizaciones de formación, es preciso tener en cuenta numerosos aspectos de la relación con el cliente: el contenido de la formación, por supuesto, pero también las infraestructuras disponibles, el seguimiento posterior a la formación o los servicios anexos facturados.

Definir los indicadores de rendimiento y supervisarlos

Las empresas emergentes tienen pocos recursos y grandes exigencias de resultados, por lo que, para optimizar al máximo cada una de sus decisiones, aplican una serie de indicadores de rendimiento o KPI. Sin embargo, no es necesario contar con demasiados indicadores, sino que unos cuantos bastan para supervisar la evolución de una organización de formación, entre ellos, el número de clientes, el número de alumnos, el volumen de negocio o la tasa de satisfacción de los alumnos.

«Done is better than perfect»

Esta expresión en inglés significa que es mejor hacer algo imperfecto antes que correr el riesgo de esperar a lograr un resultado impecable y fracasar. La capacidad de pasar a la acción es muy importante cuando se trata de completar la digitalización. Es preferible empezar a ofrecer formaciones de aprendizaje virtual cuando los clientes las solicitan en lugar de esperar a contar con los materiales adecuados, los mejores programas informáticos o la plataforma de distribución ideal. En ocasiones, apostar por la rapidez en detrimento de la perfección le permitirá seguir siendo competitivo/a. En primer lugar, porque responderá con inmediatez a las necesidades de los clientes, pero también porque podrá mejorar progresivamente su oferta a partir de la experiencia y las opiniones de estos últimos.

¡Curiosidad al poder!

En entregas anteriores, la guía ya insistía en la necesidad de realizar un trabajo de vigilancia para mejorar la cultura digital. Por eso, no dude en aplicar a su organización de formación ideas obtenidas de otros lugares. No perder nunca la curiosidad sigue siendo el mejor enfoque para prever los siguientes cambios de su sector.

Como en cualquier otro proyecto, el éxito de la transformación digital requiere trabajo en equipo. Por eso, es necesario que todo el mundo entienda los desafíos y los nuevos protocolos que implicará la transformación digital para su empresa. Se trata de las primeras acciones que deberá realizar cuando decida adentrar su organización de formación en la era digital.

Y si bien el factor humano es imprescindible para completar con éxito la transformación digital, las herramientas tecnológicas también desempeñan un papel clave que veremos en una próxima entrega.


👉 Encuentra los dos episodios anteriores de la Guía de Transformación Digital:

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